EL CASO DE JUAN EL NIÑO TRIQUI
Este es un estudio
realizado por alumnas normalistas, el cual es acertado comprender e identificar
de forma prudente ya que se puede
presentar en cualquier escuela, puesto que actualmente se pretende tener
escuelas inclusivas pero además con integración entre sus alumnos.
Plantea dos problemas grabes
y que los maestros en ocasiones no están preparados a enfrentar, como es la discriminación y la exclusión
de
alumnos provenientes de contextos culturales diversos y la falta de preparación
de los docentes para afrontar la educación intercultural en el aula. Pero eso no debe ser pretexto para que los no
acepten o incluyan a todos los agentes de la sociedad.
Es
un conflicto ya que todos los seres humanos tenemos derechos que se deben
respetar a pesar de la condición social, cultural, de etnia, etc., que presente
cada persona; y es en la escuela donde se proporciona soluciones con
inteligencia para la aceptación de todos.
Como se
menciona en 1992, en México, se reforma el artículo 4° Constitucional para reconocer
la composición intercultural de la nación, por lo cual el Estado se compromete
a proteger y promover el desarrollo de las lenguas, culturas, usos, costumbres
y organización social de los pueblos indígenas mexicanos (Czarny, 2007).
Reconocer a México como un país intercultural representó un cambio histórico
fundamental, con profundas implicaciones para la vida nacional en general, pero
de manera muy especial para la educación (Schmelkes, 2004). Sin embargo, este
reconocimiento no hace intercultural a la educación en los hechos; para lograr
esto, la educación intercultural se debe hacer extensiva a toda la sociedad. Es
decir, pensarla sólo para los grupos indígenas conduce a dos posibles
realidades: la desculturalización indígena con asimilación cultural occidental
o intraculturalización indígena con tendencia al nicho y al aislamiento con el
resto de la sociedad.
Tal motivo invita a ponerse
en situaciones reales donde se descubra el verdadero problema que se tiene con
la inclusión e integración
de culturas minoritarias, en educación, puesto que se deben presentar
estrategias y crear colusiones donde se incluyan a todos los alumnos sin
importar su diversidad.
Para analizar una situación
de manera real se creó el “el caso de Juan el niño triqui”, donde se
ejemplifica los sucesos donde participan: Juan,
Irving, la maestra y los alumnos; este caso, se analiza el proyecto de educación
intercultural desarrollado mediante el método de casos, se focalizó en la
situación de las comunidades triquis que migran a la Ciudad de México.
Se habla además de una innovación que deben tener
los maestros, “que genere una mayor integración educativa y una gestión más
eficaz desde la perspectiva de las organizaciones que aprenden y se adaptan a
las condiciones cambiantes” (Sánchez de Tagle y Becerra, 2002). Esta innovación
debe basarse en los aprendizajes de los alumnos; así mediante esta se genera la
integración apropiada de todas las culturas.
La innovación debe presentarse en función de los
problemas detectados, así los docentes requieren apropiarse de los recursos
cognitivos suficientes y de valores pertinentes para reconocer y convivir en la
pluralidad en el entorno educativo y, a la vez, formar en dichos recursos y
valores a los estudiantes.
Una formación docente para la educación
intercultural, se basa en saberes y habilidades específicos que requieren
promoverse; es decir, necesita una de
estrategias didácticas, actitudes y valores, formas de trabajo y
colaboración, medidas para la adaptación del currículo y de construcción de
experiencias educativas para la atención desde una mirada de diversidad y
derechos humanos; así el maestro será reflexivo de sus actos y cuidadoso con la
diversidad.
El docente debe estar en constante relación con el
“método Socrático” ya que debe
reflexionar su hacer cotidiano; le ayuda en su actuar “el método de casos”
puesto que se afirma que el método de casos es un enfoque dentro de la
corriente del pragmatismo por su énfasis en el "aprender haciendo"
mediante la experiencia, que consiste en la solución o análisis de un problema
real planteado en el caso.
De tal
suerte, el objetivo del aprendizaje basado en casos (CBL) es propiciar el
desarrollo de las habilidades necesarias para la toma de decisiones y la
solución de problemas, como son el pensamiento crítico, la motivación
intrínseca, la colaboración y el enfoque profundo de transformación del conocimiento
(Díaz Barriga, 2006).
El trabajo de campo abarcó principalmente tres
fases:
- Un estudio de carácter etnográfico
- El diseño del entorno virtual que permitió la construcción del caso en formato electrónico.
- La validación del caso de enseñanza El caso de Juan, el niño triqui
Este trabajo logro una mejor comprensión de la
educación intercultural; los docentes identificaron sus propias actitudes y
conocimientos con el reto de ejercer una mejor actuación ante la diversidad.
Además de esta manera el docente cuenta con herramientas para desarrollarse en
lo profesional ético ante las diferencias socioeconómicas y culturales de sus
estudiantes.
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